Me explico. Según la información que facilita el Banco de España, a finales de Junio, del total de créditos destinados a la compra de viviendas por parte de las familias españolas solo el 2,60 % de ellos era de dudoso cobro. En cambio, si miramos los créditos destinados a la compra de bienes de consumo duradero resulta que el porcentaje de créditos dudosos de las familias sube hasta el 7,83 %.
Habrá quien pensará que el motivo es porque las viviendas tienen garantía hipotecaria y por lo tanto la gente aguanta más en dejar de pagarlo ya que perder la vivienda es lo último, y seguramente hay buena parte de razón en el razonamiento. Indudablemente el 98 % o más de los préstamos destinados a la compra de viviendas tienen una garantía hipotecaria, pero es que los préstamos comerciales también tienen sus garantías y sus avalistas para hacer frente a los impagados en caso de necesidad y por lo tanto en España dejar de pagar cualquier tipo de crédito tiene las mismas consecuencias. La entidad financiera te va a perseguir hasta que pagues el último céntimo.
Si miramos el porcentaje de créditos dudosos en el sector de las actividades productivas, nos encontramos con que aquí el porcentaje es del 6,97 %.
Estamos hartos de leer noticias en las que se nos comenta la gran cantidad de viviendas y solares que están acumulando las entidades financieras en sus balances como daciones en pago del préstamo. Esto les permite a estas entidades mantener a raya el porcentaje de créditos dudosos por la compra de viviendas, ya que cada dación que aceptan es un crédito moroso menos.
Los motivos por lo que las entidades financieras están siguiendo esta política son varios, pero a mí se me ocurre uno que puede tener cierta importancia en la decisión. A finales de Junio el total de los créditos dudosos asciende a la cantidad nada despreciable de 98.906 millones de euros, pero si suponemos que el porcentaje de morosidad de los créditos para la compra de viviendas está en el 7 % en lugar del 2,60 % que nos cuentan, resulta que la cifra anterior sube hasta 127.968 millones de euros, una cifra que seguramente no se queda cubierta con las provisiones para insolvencias que poseen estas entidades.
Con esta estrategia de las daciones en pago arreglan por lo tanto el tema de las morosidad y el de la posible falta de provisiones suficientes, pero no arreglan el problema de la solvencia, ya que las viviendas que se están quedando y acumulando en su balance ya no valen lo que valían cuando se concedieron los préstamos, sino que el mercado está diciendo que valen menos. En algunos casos, los de los créditos concedidos de 2006 en adelante, la perdida de valor puede llegar al 50 % del total del crédito, con lo que se está generando un agujero sin fondo en el balance y por eso los inversores extranjeros desconfían de nuestras entidades financieras.
Algún día se sabrá la verdad del alcance de los créditos dudosos en los préstamos para la compra de las viviendas, y entonces seguramente el dato actual del 2,60 % se quedará muy corto.
Saludos.
Nota: Si quiere ver el indice de todas las empresas publicadas pinche en la etiqueta "Análisis"
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