lunes, 27 de agosto de 2012

Telefónica, como la pescadilla que se muerde la cola.

Cuando les comentaba los resultados de la empresa de 2011 les decía lo complicado que es nadar contra corriente y que si no se ponía en serio a reducir deuda acabaríamos viendola cotizar alrededor de los 11,50 euros y ya ven que me quedé corto en el pronóstico de caída. Cuando anunció que entre sus objetivos para 2012 estaba el de reducir la deuda neta de forma que la relación DN/EBITDA quedase por debajo de las 2,35 veces parecía que se iba a producir un cambio en la estrategia del grupo de forma que comenzaría un periodo de reducción de deuda que sería bien visto por los inversores, pero una cosa son las palabras y otra los hechos.

Lo que muestran los resultados del primer trimestre de 2012 es diametralmente opuesto a la tendencia prometida, la deuda neta ha aumentado hasta los 57.131 millones de euros, 828 millones más que a finales de 2011, y una parte muy importante de este aumento de deuda se justifica por la recompra de acciones lo que desde mi punto de vista es doblemente preocupante porque es como la pescadilla que se muerde la cola. Los inversores se van de la empresa porque desconfían de los problemas que le puede ocasionar a la empresa su alto endeudamiento y esta se endeuda más para comprar acciones propias. Ese no es el camino correcto.

La compra de acciones propias y posterior amortización de las mismas es una buena estrategia que añade valor a la empresa cuando se hace con el flujo de caja libre disponible para los accionistas no distribuido, o dicho de otra manera, con lo que queda después de haber atendido todas las obligaciones de la empresa incluida la amortización de parte de su deuda. Si en lugar de hacerlo así se recurre a más deuda no tiene sentido ni para la empresa ni para los posibles inversores.

Seguramente, si no empeora la situación, Tefónica terminará el año con un flujo de caja de alrededor de los 3,10 euros por acción de los que podría destinar unos 0,82 euros, que es lo mismo que 3.759 millones a amortizar deuda, 1,05 euros a el mantenimiento del negocio y nuevas inversiones y aún le quedarían 1,23 euros disponibles para el accionista lo que le permitiría pagar un generoso dividendo, crecer y/o recomprar acciones sin necesidad de aumentar su deuda.

Si lo hiciera, los costes financieros se reducirían, el beneficio aumentaría y seguramente los inversores verían con otros ojos a la empresa, pero mientra no sea así no es descabellado pensar que Telefónica está pagando las consecuencias de una visión muy cortoplacista del negocio, siendo demasiado generosa con sus accionistas y desatendiendo su obligación de mantener y mejorar los fundamentales de la empresa.

Lógicamente esto no es una recomendación de compra, simplemente es una interpretación personal de la información que la empresa comunica a la C.N.M.V. y nada impide que se pueda comprar más barata.

Saludos.

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