La rentabilidad de la renta variable.

A las inversiones en renta variable siempre hay que exigirle una rentabilidad superior que a la renta fija, lo suficientemente más elevada (y esto es subjetivo) como para que merezca la pena el riesgo de la inversión. Mientras la renta fija a 10 años ofrezca una rentabilidad alrededor del 2%, deberíamos exigir a nuestras inversiones en renta variable una rentabilidad como mínimo del orden del 4,75% e incluso superior en función del tipo de empresa.

La subida de los mercados de los meses pasados, había dejado a las cotizaciones con una rentabilidad que ya no era suficientemente apetecible como para asumir el riesgo de la inversión, pero con la caída de estos días ya nos podemos encontrar con empresas que permiten suponer que, si la crisis no empeora mucho más, nos pueden ofrecer esta rentabilidad si se cumplen las previsiones que de una forma subjetiva, se introducen en la calculadora.

A continuación les mostramos unos ejemplos:

Repsol.

Miquel y Costas.

Gas Natural.

Hay que tener en cuenta que la renta fija está en mínimos, que la crisis puede hacer que siga en esta situación durante mucho más tiempo, pero que llegará el día en que comenzará a subir, y entonces habrá que exigir mayor rentabilidad a las inversiones en renta variable y por lo tanto los precios de las acciones tenderán a bajar.

Lógicamente esto no es una recomendación de compra, simplemente es una interpretación personal de la información que la empresa comunica a los inversores. y nada impide que se pueda comprar más barata.

Saludos.

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