La realidad es tozuda.

Estamos pasando unos días aparentemente excelentes, la victoria de la selección española en la semifinal, la subida de la bolsa, las señales que nos envía el gobierno sobre lo buenos que van a ser los resultados de los test de estrés, etc, Todo está contribuyendo a que desde los medios de comunicación nos lleguen buenas vibraciones. Parece como que la crisis se ve de otra manera, más llevadera. Hasta hay quien se aventura a afirmar que si España gana el mundial vamos a pasar unos meses con mayor consumo interno, lo que le va a sumar entre un 0,7 y un 1,50 % al PIB. Incluso se dice que subirá la natalidad.

Mucha esperanza parece que se está depositando en las consecuencias que nos puede acarrear una victoria en el mundial. Ojalá sea para tanto, pero cuesta creer. Pensándolo con un poco de calma no parece que su efecto positivo en el consumo se vaya a prolongar más allá de las 24 horas. Después se impondrá la cruda realidad. El resto es estimulo mediático.

La subida de la bolsa está bien, pero la realidad de las empresas nos la dará los resultados semestrales que comienzan a presentarse la semana próxima. En realidad hay pocas empresas que tengan por delante una visibilidad de crecimiento futuro de beneficios, más bien parece que la tendencia es a intentar mantener los pasados o retroceder un poco sobre ellos.

Por otro lado el diferencial sobre el bono alemán no retrocede, se mantiene sobre los 200 puntos básicos o por encima, e incluso cada vez parece que se incrementa un poco más el diferencial con respecto al bono italiano, que ha pasado de 50 a 60 puntos básicos en un par de semanas.

Tampoco ayuda mucho al optimismo la noticia del Ministerio de Fomento respecto a que se van a parar o retrasar del orden de 70 obras de infraestructuras, ni la que nos advierte de que entre 2010 y 2011 se espera la destrucción de 500.000 puestos de trabajo adicionales en el sector de la construcción, que parece que tiene muchos visos de ser cierta, ya que en las empresas constructoras de obra civil por primera vez en su historia se está dando la circunstancia en las últimas semanas de que sus departamentos de estudios no tienen ninguna obra que presupuestar, y si nos les adjudican obras nuevas y las que tienen en ejecución se paran es claro que les sobra personal.

En fin que la realidad es tozuda, trabajo hay poco, dinero menos y no creo que una victoria en un partido de fútbol vaya a cambiar mucho las cosas.

Saludos.

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