viernes, 4 de marzo de 2011

Rentabilidad, crecimiento e inflación.

Frecuentemente aparco el coche en un parking privado de la ciudad donde trabajo, es una aparcamiento con vigilante, en una zona de la ciudad en la que se puede calificar que reside la clase medio-alta y en la que la mayoría de las calles de los alrededores son zona azul y es muy complicado encontrar un hueco libre por las mañanas, por las tardes la cosa mejora. Desde hace unos meses en el tablón de anuncios del aparcamiento hay dos carteles colgados, uno dice que se vende una plaza de aparcamiento por 30.000 euros y el otro ofrece una plaza en alquiler por 100 euros al mes. Por el tiempo que llevan los dos carteles están claras dos cosas: Al dueño de la plaza en alquiler le está resultando difícil alquilar la plaza por ese precio y si la crisis se mantiene en el tiempo, no va a tener más remedio que rebajar en precio exigido, y por otro lado la posible persona interesada en comprar una plaza como inversión para posteriormente alquilarla está viendo que la rentabilidad que se puede conseguir de la inversión es escasa ya que está viendo que es imposible por ahora tener una rentabilidad bruta de la inversión del 4 %, que es la que tendría si consiguiera alquilar la plaza por los 100 euros al mes.

Cuando uno se mete en una inversión financiera de una plaza de aparcamiento, una vivienda o un local comercial normalmente lo hace por dos motivos: sacar una rentabilidad mediante el alquiler que estima razonable una vez descontados los gastos, y que se irá actualizando año tras año según evolucione la inflación, y porque tiene la esperanza de poder vender más adelante el activo comprado por un precio superior al actual que compense como mínimo la inflación habida en el periodo transcurrido entre las fechas de compra y de venta.

Exactamente lo mismo tiene que pensar uno cuando realice una inversión en acciones. Primero tiene que buscar una buena empresa, con unos fundamentales correctos y una vez encontrada tiene que valorar la rentabilidad que puede obtener de la inversión si decide comprar acciones de la misma. En este caso la rentabilidad se obtiene en función de los beneficios que sea capaz de generar la empresa y de la posibilidad de crecimiento de los mismos en el futuro y la empresa ideal será la que sea capaz de conseguir que sus beneficios crezcan a un ritmo igual o superior al que crece la inflación sin estropear sus fundamentales, el problema es que en general ni la evolución futura de los beneficios ni la inflación son predecibles. Solo en algunas empresas como Enagás y Red Eléctrica es posible estimar el beneficio futuro sin mucho margen de error ya que está regulado por ley, pero no la inflación.

Actualmente Enagás cotiza sobre los 15,20 euros y por las explicaciones que ha dado la empresa a los analistas se espera que los próximos años el bpa de 1,4 euros obtenido en 2010 crezca a un ritmo medio del 7 % anual. Si destina a dividendo el 60 % del beneficio y este crece a la misma velocidad del 7 % anual resulta que dentro de cinco años, si se consiguen vender las acciones a 19,93 euros, que representa un PER de 10,86 veces (el mismo que ahora), se habrá obtenido una TIR del 11 % anual. Puestos en plan conservador y comenzando con un bpa de 1,29 euros, un crecimiento del 5 % y vendiendo las acciones dentro de cinco años a 17,04 euros, la TIR que se obtiene es del 7,60 % que tampoco está mal.

Saludos.

Nota: Si quiere ver el indice de todas las empresas publicadas pinche en la etiqueta "Análisis"

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