domingo, 1 de abril de 2012

Las participaciones preferentes de Repsol y Telefónica se animan.

Aunque oficialmente las participaciones preferentes de Repsol comenzaron a cotizar en el mercado electrónico SEND a primeros de enero y las de Telefónica unas semanas más tarde, no ha sido prácticamente hasta ayer cuando de verdad se ha visto actividad suficiente como hacernos una idea de la liquidez que pueden tener estas emisiones. Ambas son emisiones importantes, las de Repsol suman 3.000 millones de euros entre las dos y la de Telefónica es de 2.000 millones, por lo que es de esperar que dentro de unos meses las dos emisiones superen el número de operaciones diarias que actualmente tienen las de Unión Fenosa que si no recuerdo mal es de 750 millones.

Ayer, las dos emisiones de Repsol movieron 840.000 euros nominales entre las 74 operaciones que se cruzaron haciendo un mínimo de la sesión del 80 % de su valor nominal y cerrando la sesión al 84 %. Aún están lejos del objetivo de compra del 73,88% marcado en el anterior comentario, pero teniendo en cuenta que su deuda neta creció en 2011 en 4.500 millones hasta situarse en 16.760 millones, las dificultades de financiación que están encontrando las empresas y que realmente estas emisiones le están resultando a Repsol muy baratas (el 4,5 % a partir de 2013 mientras el euribor continúe manipulado), va a ser difícil que se amorticen y por lo tanto cada día habrá más posibilidades de poder comprarlas por ese precio e incluso más baratas, incluso no será difícil verlas en algún momento de tensión por debajo del 70 %.

En el caso de las participaciones de Telefónica ayer se cruzaron 7 operaciones con un volumen total de 51.000 euros, un mínimo del 82 % y como también la empresa ha continuado aumentando su deuda en 2011 seguramente tampoco va a tener ningún interés ni necesidad de amortizar la emisión, por lo que el objetivo de compra puesto en el anterior comentario del 80,41 % prácticamente ya está al alcance de la mano y ahora hay que plantearse si comprar a ese precio o esperar a ver si se consigue mejorar.

Ahora mismo no hay ningún argumento que permita pensar que estas emisiones, que se han convertido, por las actuales circunstancias de los mercados financieros, en la fuente de financiación más barata a largo plazo vayan a ser amortizadas, por lo que no merece la pena comprarlas si la rentabilidad a obtener no es alta, es decir un precio de compra bajo.

Saludos.

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